
NO ESCUCHAMOS.
Se dice que Oscar Wilde creía que, en la mayoría de ocasiones la gente no escucha cuando se le habla y, para demostrarlo, contó que un día tuvo que asistir a una gran e importante fiesta a la que llegó tarde, y para justificar su tardanza, le dijo a la anfitriona: "He tenido que ir a enterrar a su tía, a la que acabo de matar".
La dama, impertérrita, contestó al escritor irlandés: "No se preocupe usted, lo importante es que está aquí".
(Demostrado, no escuchamos).

En cierta ocasión, el escritor y dramaturgo Narcizo Serra, paseaba con un amigo y le preguntó: "¿Cuántos cornudos te parece que viven en ésta calle sin contarte a ti?".
El amigo indignado, le contestó: "¡¡Cómo sin contarme a mi, ésto es un insulto !!"..
El escritor rectificó la pregunta: "Bueno, no te enojes, vamos, contándote a ti ¿cuántos te parece que hay?.
(Espero éstas anécdotas sean de vuestro agrado, buen día.)
Gracias por seguirme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario